México puede ser un país en paz.  Es momento de darle vuelta a la página, podemos reducir radicalmente la violencia. Para lograrlo, necesitamos entender las causas estructurales y las alternativas de solución; requerimos de un enfoque innovador, pragmático e inteligente.

 

PROPUESTA DEL SEMÁFORO DELICTIVO 


En el Semáforo Delictivo tenemos más de 25 años de trabajar con procesos de paz, trabajando de la mano con autoridades, organizaciones ciudadanas y medios de comunicación. Nuestro aprendizaje viene de la experiencia. El momento político y social de México demanda que todos aportemos lo mejor de nosotros mismos, esa es la intención de esta propuesta, contribuir a la paz de México. 

Intención de paz

La intención es importante: México puede ser un país en paz. Para lograrlo, necesitamos entender los paradigmas, las causas estructurales y las alternativas de solución; requerimos un enfoque de sistemas, innovador, pragmático e inteligente. Sin embargo, antes de hacerlo es importante definir la intención del programa. La intención debe ser la paz, no la guerra.  

Podemos demostrarle al mundo y sobretodo, a nosotros mismos, que somos capaces de resolver nuestros problemas con inteligencia y creatividad. Es momento de romper paradigmas. El primero de ellos es éste, compartir una visión de futuro positiva y no una visión fatalista.  Es momento de plantearnos este escenario con seriedad. La visión de paz debe incluir, entre otras cosas:

Fortalecer al Estado de Derecho. Debemos fortalecer las instituciones mediante la transparencia, la legalidad, la efectividad, la rendición de cuentas, el aprendizaje continuo, el respeto a los derechos humanos y a la diversidad. 

Tomar decisiones por el bien de México. No debemos seguir guerras ajenas, sino el bien común de la sociedad mexicana.  Debemos tener cuidado con los juicios, presiones y valoraciones de gobiernos y organizaciones extrajeras, cuyos intereses no suelen ser los nuestros.  

Es un tema de buen gobierno, de buena sociedad y de largo plazo. La paz no la vamos a encontrar por cambiar de partidos o de gobernantes; la vamos a lograr fortaleciendo a todo el sistema en todas sus escalas: municipal, estatal y federal; con estrategias y procesos de implementación efectivos; en un proceso con participación de todos, de largo plazo y de aprendizaje continuo. 

Democracia y buen gobierno. No debemos confundir democracia con buen gobierno. Son conceptos complementarios pero cada uno se trabaja con herramientas diferentes. Aun cuando haya ganado el candidato de nuestra preferencia, debe cumplir con la rendición de cuentas y ser evaluado constantemente por todos.  Se entrega el voto, no la cabeza; se evalúa por sistema y de manera permanente. 

NUEVOS PARADIGMAS PARA LA PAZ DE MEXICO 

Además de una visión positiva, se requiere un cambio de paradigmas. Todos ellos derivan de nuestra propia experiencia en procesos de paz. Cuando estos paradigmas no se entienden, el proceso de paz se entorpece. A continuación incluimos los más importantes: 

Aceptación del problema. Constantemente enfrentamos la negativa de los gobernantes a aceptar los indicadores delictivos de su municipio, de su estado o del país. En muchas ocasiones buscan conformar comités o consejos ciudadanos serviles o intentan comprar la opinión de organismos empresariales, ciudadanos o de medios de comunicación para que no los critiquen. Esto no ayuda. 

La rendición de cuentas, la modestia en los logros y la aceptación de la realidad es el primer paso para la sanación de cualquier sistema. Las sociedades y los gobiernos que aceptan y ventilan sus problemas con valentía, los resuelven; los que los niegan, ocultan o minimizan, los empeoran.  

Intención de paz no de guerra. La intención es sumamente importante. No debe ser la venganza, la fuerza, el control político o el ensalzamiento personal lo que motive al programa.  Una intención de paz, si es sincera, es incluyente: todos estamos a favor de la paz, todos podemos contribuir a ella.  

Cada vez que los gobiernos en turno se desvían de esta intención, los indicadores delictivos se incrementan; por el contrario, cuando la autoridad realmente busca la paz, los indicadores delictivos se reducen. La paz está por encima de intereses personales, electorales y de partido. 

Enfoque a sistemas, no a personas. El éxito de un programa no depende de una persona, sino de un sistema y un enfoque integral. El énfasis, entonces, debe ser al fortalecimiento de todo el sistema. En todos los casos que observamos el ego del gobernante interviniendo en el sistema, proclamando éxitos y minimizando problemas, la paz se deteriora.  

Auto-ordenamiento del sistema. Los sistemas no se controlan, se auto-ordenan.  Debemos entender que interactuamos con un sistema complejo en donde las causas y los efectos no son siempre fáciles de entender, pero más importante aun, es imposible controlar a un sistema complejo; debemos buscar y promover los incentivos correctos para fomentar el auto-ordenamiento.  Ver libro ¿Cómo emerge el orden los Sistemas Sociales? (Santiago Roel, Amazon)

Libros

Información veraz y oportuna. Todo sistema se auto-ordena con información veraz y oportuna. Hemos observado la reducción radical de algunos delitos con el flujo libre de la información estadística, analítica, periodística, gubernamental y social. Por el contrario, hemos observado el detrimento de la paz cuando el gobernante en turno bloquea o tergiversa la información. Ver libro Información: La clave para entender la complejidad (Santiago Roel, Amazon). 

Enfoque Científico. El fenómeno de la violencia debe analizarse con datos y evidencia estadística, no con prejuicios o supuestos infundados, no probados o impuestos desde el extranjero.  En nuestra experiencia, todo programa en donde la sociedad y la autoridad utilizan el análisis estadístico, ha tenido beneficios en la reducción de índices delictivos. No se pierde tiempo en las hipótesis, las acciones se ponen a prueba y se verifican con evidencia numérica en ciclos cortos de evaluación. 

Enfoque Pragmático. Se pierde mucho tiempo en análisis académicos o filosóficos. Detrás de toda esta parálisis suele haber temor en la sociedad o intereses ocultos en la autoridad. Las soluciones deben ponerse a prueba y evaluarse conforme a su impacto en el sistema.  En nuestro modelo de toma de decisiones fomentamos el enfoque pragmático, basado en la experiencia y la experimentación, no en la teoría abstracta o en los prejuicios.   

Enfoque Preventivo. La paz es como la salud, la prevención es mucho más efectiva que la reacción. Si bien es importante que la autoridad reaccione oportunamente ante una emergencia, la gran rentabilidad, el 80% de los resultados, se ubica en la prevención de los delitos y las violencias. Atender a las víctimas es sumamente importante, pero debemos ir más allá: Lo que deseamos es que no haya víctimas.  

Enfoque Innovador. Debemos crear espacios para poner a prueba nuevas alternativas de paz y no cerrarnos en las recetas del pasado. Lo que funciona se refuerza, lo que no funciona se cambia. El éxito radica en crear un sistema ágil de toma de decisiones con espacio para cometer errores, pero también para corregirlos con rapidez, y para ajustar las acciones a la realidad cambiante. 

Vamos a las causas raíz, no a los síntomas.  Desafortunadamente, en muchas ocasiones confundimos causas con efectos o pretendemos atender síntomas sin resolver la causa raíz.  Es mucho más costoso y menos efectivo atender síntomas como el lavado de dinero, el tráfico de armas o la venta de drogas, que resolver de raíz el problema. 

Tratamiento específico a cada tipo de delito. Hay tres tipos de delitos. 

  • Socio-familiares
  • Patrimoniales
  • Crimen Organizado

Los delitos socio-familiares, como la violencia familiar, las violaciones o la lesiones dolosas (riñas); los patrimoniales, como el robo a casa, a persona, a comercio; y los de crimen organizado como el homicidio (sobretodo las ejecuciones), el secuestro, la extorsión, el robo de vehículo, el  robo de combustibles, la trata de personas, el tráfico de drogas y el trafico de personas.  Aunque algunos se traslapan y se entrelazan, cada uno tiene causas y tratamientos diferentes.

Los socio-familiares, salvo raras excepciones y emergencias, no son policiacos. Tienen un ciclo estacional muy marcado, siempre suben en primavera y se mantienen altos en verano.  Se previenen con mucha información y con acciones muy focalizadas en las zonas y poblaciones de mayor riesgo. Las intervención debe ser de desarrollo social (deportes, cultura, recreación, parques), desarrollo económico (empleo, capacitación), DIF (protección a la familia y en especial, a los menores), Instituto de la Mujer y la participación de ONGs relacionadas a violencia de género, alcoholismo,  temas de convivencia y de solución de los conflictos dentro de la familia, en la escuela y en la comunidad.  Es muy importante la atención oportuna de las víctimas, pero mucho más importante es la prevención de la violencia: el que no haya víctimas, algo que no siempre se entiende.

Perfil delictivo de la violación: edad y sexo de las víctimas

Los delitos patrimoniales son de policía preventiva municipal o estatal. Tienen dos momentos importantes: la reacción oportuna de la policía ante una emergencia y la prevención, las dos son importantes, pero siempre hay más rentabilidad en la prevención.  Por supuesto que la profesionalización de la policía ayuda a reducir estos delitos, y dentro de ella,  lo que más contribuye es un proceso de toma de decisiones fundamentado en la estadística del delito, lo que llamamos el perfil del delito: Dónde, cuándo, a qué hora, con qué modus operandi.  Si los perfiles delictivos se publican se incentiva, tanto en éste tipo de delitos como en los socio-familiares, lo que llamamos seguridad ciudadana: la reducción del riesgo por la prevención de cada quien. 

Ejemplo de perfil de robo de vehículo en Semáforo Delictivo

El robo de vehículos es una frontera entre delitos patrimoniales y delitos de alto impacto, porque aquí ya hablamos de crimen organizado, de bandas delictivas que roban, desmantelan, transportan, comercializan y protegen. En términos generales, el 80% de la reducción de este delito es de la fiscalía o procuraduría, el 20% de la policía municipal o estatal. Es un buen indicador de corrupción de ministerio público. Cuando la fiscalía actúa bien, el robo de vehículo es bajo, cuando la fiscalía está involucrada, no hay poder policiaco que pueda disminuir el delito.  Hemos enfrentado casos en donde el 100% del delito  es controlado por la procuraduría estatal.

Los delitos de crimen organizado son rentables y permiten el trabajo en equipo, en especial con la autoridad. Todo crimen organizado busca protección de autoridades.  Por lo general, son más difíciles de prevenir y requieren la actuación de cuerpos de policía y de fiscalía especializados. Si la autoridad local se ha colapsado, se requiere de fuerzas federales o militares para limpiar el ambiente.  No son imposibles de combatir, un buen ejemplo de éxito es el de la unidad anti-secuestros que ha disminuido este delito en la mayoría de los estados. 

La violencia que deriva del mercado de drogas no se erradica con acciones sociales, policiacas, ni de cuerpos especiales o militares. Por el contrario, en algunos casos, se logra el efecto contrario, lo que nosotros denominamos el efecto paradoja: los daños se incrementan no sólo por el consumo, sino fundamentalmente por la violencia y la corrupción que se generan en la sociedad y en el gobierno. 

Efecto Paradoja: el Plan Mérida incrementó la violencia y los consumos

Regulación de drogas como estrategia de reducción de daños. Un mercado no se combate con fuerzas policiacas o militares sino con principios económicos.  Ningún país ha tenido éxito en una estrategia de guerra para reducir consumos ni oferta de drogas. En México, la violencia y corrupción de alto impacto se ha incrementado radicalmente a raíz del Plan Mérida.  El 75% de los homicidios en México son ejecuciones de crimen organizado relacionados al mercado de drogas y sobretodo, al narcomenudeo. 

Hay tres maneras de lidiar con un mercado negro de drogas: 

  • Guerra frontal contra el mercado (Plan Mérida o Plan Colombia) 
  • Administración del problema (EUA, algunos países europeos) 
  • Regulación de Drogas (algunos estados de EUA, algunos países europeos, Uruguay) 

En México, hemos sido presionados a escoger el peor de los mundos pues no se reduce la oferta o la demanda de drogas y sí se incrementa la violencia exponencialmente al atomizar a los grupos delictivos. La guerra que se genera entre ellos va colapsando a la sociedad y a la autoridad con plata y plomo.  Tampoco se sugiere un modelo de administración del problema, pues la violencia y la corrupción no desaparecen, al mantener intacto el poder de las mafias. 

Círculo vicioso de la guerra contra las drogas

Por el contrario, hay modelos exitosos de regulación de drogas como el de Suiza en la heroína, el de Turquía en la amapola y el de Colorado, California o Uruguay en la marihuana. En todos estos casos se ha observado una reducción de daños como el consumo entre menores y la reducción radical de la violencia y la corrupción de alto impacto.  Canadá es el próximo ejemplo de regulación. 

El orden de los factores sí influye en el resultado. Para poder avanzar en el proceso de paz, primero debemos mermar el poder económico de las mafias.  El mercado negro de drogas es el que más recursos económicos genera, el más violento y corruptor, y el que más autoridades y ciudadanos recluta. Una vez que colapsa a la autoridad local, los grupos delictivos pueden extenderse a otras actividades de mercado o delitos de alto impacto como el secuestro y la extorsión. 

México debe regular de ya, la marihuana recreativa y el cultivo de la amapola con fines médicos (para producir medicamentos para los mexicanos en lugar de heroína para el mercado negro estadounidense). En base a esta experiencia, podemos avanzar en la regulación de otras drogas.  Ninguna droga debe estar en manos de las mafias, sino del estado y debe manejarse con criterios médicos, preventivos y de reducción de daños. 

Es la única manera de debilitar al crimen organizado, bajar el tráfico de armas, el lavado de dinero y darle oportunidad a nuestras fiscalías y policías.  Todo nos puede funcionar una vez que hagamos esto; poco va a funcionar mientras tengamos mafias poderosas que le hacen la guerra a la sociedad y al gobierno con recursos del mercado de drogas.  Es muy difícil fortalecer al Estado de Derecho si por el otro lado lo estamos debilitando, fortaleciendo mafias en una guerra absurda, perdida y ajena a nuestros intereses. 

La regulación de drogas reduce daños y refuerza el Estado de Derecho

Fuerzas militares. Siempre incluimos a los militares en las mesas de trabajo, pero como complemento a las fuerzas civiles. Cuando una autoridad civil local se ha colapsado ante el crimen organizado, es indispensable la intervención de fuerzas federales o militares para limpiar el ambiente y restablecer el orden. Es y debe ser una excepción, no una regla.  Si la presencia de fuerzas federales o militares es necesaria en todo momento, quiere decir que hay una falla fundamental en el sistema o en el planteamiento de una estrategia. 

En la medida que regulemos drogas y debilitemos a las mafias, cada día serán menos necesaria la presencia de las fuerzas militares en el país. 

META-METODOLOGIA: Mejores decisiones

En el Semáforo Delictivo hemos utilizado una metodología sencilla pero efectiva que consiste en: Focalizar, medir, comunicar, tomar decisiones y evaluar. Estas 5 acciones se realizan mes a mes, en ciclos cortos de aprendizaje y mejora continua. 

Metodología Semáforo Delictivo

La metodología es un “paraguas” o meta-metodología en donde caben iniciativas, metodologías y análisis de expertos, de autoridades, de ciudadanos y de medios de comunicación.  Es útil tanto para el diseño de nuevas estrategias como para su implementación. 

El objetivo es crear un nuevo sistema de toma de decisiones que trabaje a favor de la paz. Con esta metodología hemos reducido radicalmente delitos de los tres órdenes: socio-familiares, policiacos y de alto impacto en varios estados y municipios de México.  Ver libro Entre el Orden y el Caos (Santiago Roel, Amazon). 

Libro que narra y explica la metodología

Focalizar. La dispersión es enemiga de la efectividad. Debemos focalizar en lo importante; los delitos que queremos reducir deben ser los de mayor impacto, las zonas de mayor incidencia y las poblaciones de mayor riesgo. 

Medir. Se utiliza el Semáforo Delictivo para medir y para evaluar los delitos que queremos reducir.  El Semáforo se actualiza mes a mes con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad y de otras fuentes. 

Actualmente se publica el Semáforo Delictivo a nivel nacional, en cada estado y en los principales municipios del país. Es muy importante la elaboración de los perfiles delictivos estadísticos: días, horas y colonias de mayor incidencia, como lo tenemos en el Semáforo Delictivo de Nuevo León, ir a http://nl.semaforo.com.mx

Se puede complementar con otras herramientas, estudios y encuestas de otras organizaciones, así como con el Semáforo de Cifra Negra - los delitos no denunciados. La medición debe mejorarse continuamente pero sin perder el objetivo fundamental de la metodología: tomar mejores decisiones. 

Comunicar. Este es un paso fundamental pues sabemos que los sistemas complejos se auto-ordenan con información.  Por tanto, éste el ingrediente principal de la receta para lograr mejores resultados. La información debe ser pública y fácil de entender. Se comunica proactivamente a la población en riesgo y a los actores principales. Se comunica públicamente a todos utilizando redes sociales y medios de comunicación.  Como ejemplo, se puede ver nuestra página www.semaforo.mx

Así mismo, se dan pláticas preventivas en escuelas y barrios con mayor incidencia. Las pláticas deben ser concretas y específicas al delito o violencia a prevenir. 

Tomar Decisiones. La información es para tomar mejores decisiones por tanto debe ser accesible a todos. Se sugiere que la información sea analizada mes a mes en mesas de trabajo plurales, en donde participan autoridades, organismos ciudadanos y empresariales, y medios de comunicación.  Los resultados son mucho mejores cuando la evaluación es pública, no privada.  

Evaluar. Los resultados deben ser evaluados mes a mes; se ajustan las estrategias conforme a prueba y error. El aprendizaje es continuo.  Adicionalmente, al ser pública la información, todo ciudadano puede utilizarla para protegerse a sí mismo -seguridad ciudadana- y para evaluar el desempeño de las autoridades. Es un ejercicio de participación ciudadana y de buen gobierno.  

Con esto se cierra el ciclo mensual y se abre uno nuevo, en donde puede haber un ajuste en la focalización, la medición, la comunicación y la toma de decisiones. 

Beneficios de la Metodología. La metodología fomenta el enfoque científico, el aprendizaje del sistema, la innovación, la coordinación entre autoridades, la participación ciudadana y la mejora continua. El sistema fomenta la inteligencia preventiva de todo el sistema: autoridades, medios y ciudadanos. 

Es una metodología generada por la experiencia de más de 25 años, con resultados muy positivos en delitos socio-familiares, patrimoniales y de crimen organizado. En algunos casos, hemos observado la reducción radical de la incidencia delictiva en el orden del 50%, en pocos meses.  Hay delitos más fáciles de prevenir que otros. 

Dinámica: Se debe crear un nuevo sistema. Las mesas de trabajo con esta metodología deben de aplicarse por sistema, en los tres niveles: federal, estatal y en las zonas metropolitanas que así lo requieran. La evaluación de los resultados debe ser mes a mes y las estrategias deben irse ajustando conforme a resultados. Es un equilibrio dinámico sin tregua. 

El objetivo, es crear un nuevo sistema de toma de decisiones. El programa será efectivo en la medida que se acepten y utilicen los nuevos paradigmas y se insista en la metodología con mucha disciplina. 

CONCLUSIONES  

  • Se requiere de un cambio paradigmático para lograr la paz en México y reducir radicalmente los índices delictivos. 
  • Lo primero es contar una visión positiva del futuro que va más allá de una elección o un cambio de gobierno. 
  • Se deben entender los paradigmas de solución y descartar los paradigmas que obstaculizan el proceso de paz. 
  • Hay diferentes tipos de delitos, socio-familiares, patrimoniales y de crimen organizado, cada uno demanda tratamientos muy diferentes. 
  • El mercado de drogas es el que más violencia ejerce y el que cuenta con más recursos y capacidad de reclutamiento de ciudadanos y autoridades. 
  • Los mercados no se combaten con estrategias de policía o militares, se combaten con principios económicos.  
  • Es necesario regular algunas drogas como la marihuana y la amapola para reducir daños de consumo, pero en especial, para quitarle el poder económico y bélico a las mafias.
  • Se requiere una metodología de toma de decisiones con enfoque pragmático, innovador y participativo en todos los niveles de gobierno: federal, estatal y municipal. 
  • La metodología propuesta es: focalizar, medir, comunicar, tomar decisiones y evaluar; en ciclos cortos mensuales. 
  • Se proponen mesas de trabajo públicas y plurales en donde participen autoridades, organizaciones civiles y empresariales, y medios de comunicación. 
  • En la medida que podamos entender los nuevos paradigmas y aplicar la metodología por sistema, estaremos construyendo un sistema que trabaje por la paz de México. 
  • Es un proceso de mejora continuo. 

Autor: Santiago Roel - Semáforo Delictivo